Sin levantar cabeza
ASIER CASTILLO
El Charlton Athletic ha descendido a League One en la última jornada y lo ha hecho de una manera dramática, ahora los Addiks viven, una vez más, un momento muy triste.
El Charlton es un club histórico, sin haber estado en la élite del fútbol por mucho tiempo y sin haber ganado muchos títulos, pero histórico. A pesar de esto, es importante resaltar dos de sus mayores logros: una FA Cup en 1947 y un séptimo lugar en la Premier League de 2003/04. No obstante, en la temporada 2006/07 los Addiks descendieron a Championship, lo hicieron después de que Alan Curbishley, entrenador que había dado estabilidad al equipo durante 15 años, se negara a renovar su contrato la temporada anterior.
Sin embargo, la debacle vino justo después, y es que la campaña siguiente los Addiks cayeron aún más bajo al descender a League One, por lo que hicieron lo que recientemente les replicó el Sunderland, es decir, dos descensos en dos años. Posteriormente el club permaneció dos temporadas más en la tercera división inglesa hasta que Chris Powell, ex jugador de los Addiks, consiguió volver a Champioship, esta vez como entrenador.
Todo parecía indicar que el equipo se estaba asentando en segunda división hasta que en enero de 2014, llegó un nuevo dueño, se trataba de Roland Duchâtelet, un inversor belga con la única finalidad de conseguir dinero. Y es que aunque pudo convencer a la afición de que tenía un buen proyecto de futuro, eso claramente no ocurrió, sino que al contrario, se desprendió de los pilares más importantes de la plantilla por muy poco dinero y compró a otros jugadores y entrenadores que, por casualidades de la vida, eran belgas y totalmente desconocidos en Inglaterra.
The Valley, estadio del Charlton Athletic, es grande y tiene un aforo para 20.000 espectadores, pero en la temporada 2015/16 el equipo descendió otra vez a League One y los aficionados estaban tan desquiciados con los dueños, que muchos se negaron a ir, por lo que la asistencia bajó hasta un 40%. El cabreo que tenía la afición era tan grande que en Octubre de 2016, en un partido donde los Addiks recibían al Coventry vimos una imagen muy sorprendente, el campo se llenó de cerdos de juguete que lanzaba la afición para protestar.
Césped repleto de cerdos de juguete lanzados por la afición. Foto: La Vanguardia.
La temporada posterior al descenso quedaron en el trigésimo puesto de la clasificación, lo cual desanimó completamente a todos los aficionados que soñaban con ascender ese mismo año. Sin embargo, tras el mal trago anterior, supieron recomponerse medianamente bien, clasificándose así a los Playoffs en la 2017/18, los cuales no ganaron. Finalmente, a la tercera fué la vencida, en la 2018/19 otra vez en Playoffs consiguieron ganar al Sunderland en la final por 2 a 1 en Wembley con un memorable gol de Bauer en el minuto 94. En esas tres temporadas que disputaron en tercera división ganaron el EFL trophy en ambas.
Este año el equipo no ha estado a la altura de las circunstancias, por lo que descienden justo la temporada siguiente al ascenso. Lo hacen en una última jornada dramática, perdiendo 4-0 contra, el ya coronado campeón, Leeds United. Y es que con que el Barnsley no ganara en su partido ya les valía a los Addiks para sellar la permanencia, sin embargo un gol de los Tykes en el descuento hizo desaparecer sus únicas esperanzas. El Barnsley por su parte lo celebró efusivamente, tanto como los hechos lo merecían.